Uno de mis ilustradores favoritos desde niño, junto con Mingote, ha sido y es, sin duda, Teodoro Pérez Bordetas (Zaragoza, 1927). Conocí su obra por un libro emblemático suyo que tenía mi abuelo Miguel en la librería de su casa de Rubielos, "Teruel. Semblanzas de una provincia", con bellos comentarios literarios de Antonio Higueras Arnal. La obra, publicada en 1977 por la Caja de Ahorros de Zaragoza Aragón y Rioja, siempre me ha resultado una edición hermosa y atractiva. Tanto que, continuamente, la he llevado conmigo y siempre la tengo localizada en el auténtico desastre de mi cuarto.
Teodoro Pérez Bordetas. "Rubielos de Mora".
Todo me gusta de su estilo, su aplicación de los colores, su plasmación de los paisajes urbanos y naturales, la velocidad sabia y caligráfica de su mano... Una obra siempre bella y estética, tradicional y a la vez moderna, que describe sinuosa y precisa las formas y los trazos, la verdad percibida por los ojos y la complejidad imaginativa y brillante de su creatividad.
Háganme caso, un verdadero encanto y disfrute para los sentidos.
Háganme caso, un verdadero encanto y disfrute para los sentidos.