Recordando a una célebre sección de aquella emblemática revista "PAPELES DE RUBIELOS", en el que el mochuelo de Gonzalvo, desde su atalaya en la almena del portal del Carmen, opinaba sobre las cosas que ocurrían en el pueblo, creemos interesante incorporar un apartado de opinión que podríamos llamar "retro", en recuerdo y homenaje a aquella histórica publicación editada por la "Asociación Cultural Dos Portales". Creo recordar que aquella emblemática revista corría a cargo de nuestro actual alcalde Ángel Gracia, el escultor José Gonzalvo y Juan Antonio Usero; aunque si me equivoco pido me corrijan, yo era algo pequeño para recordarlo de manera precisa. No cabe decir que las opiniones responden a una crítica totalmente constructiva, desde el cariño y las simples opiniones personales.
VE BIEN
-A mis espaldas admiro el nuevo pavimento de la plaza del Carmen y de la Plaza de Hispano-América. Que maravilla... ya les hacía falta.
-La piscina municipal muchos años llevaba a sus espaldas, desde el tiempo de las postales en blanco y negro. Su renovación... todo un acierto.
-Me llegan ecos de la magnífica restauración del puente de la Fonseca, allá sobre el Mijares. ¡Que bien han hecho al patrimonio y al paisaje!
VE MAL
-Me cuesta entender como ilustres rubielanos como los grandísimos músicos Antonio Teodoro Ortells y José Conejos Ortells no tienen ningún tipo de reconocimiento en nuestro pueblo mientras en el resto del mundo son autores apreciadísimos. ¡Hora es ya que nos acordemos de ellos!
-Desde mi almena veo, a lo lejos, la ermita de San Roque y las gradas de la antiquísima Cruz de término. Ya que no se pudo evitar el infortunio del robo del pilón, bien estaría, con el esfuerzo de todos, que se colocase una copia y luciera elegante como la Cruz del Camino de Mora.
-Desde lo alto me llegan los lamentos de la Ermita de Santa Bárbara. Bien merecerían sus magníficos restos medievales que se respetasen y conservasen, como patrimonio cultural que son de nuestro pueblo.
-A lo lejos, por el camino de las monjas al asilo, veo los restos de aquellas antiguas estaciones del calvario realizadas por el maestro Pedro Ambuesa (s. XVII) -tiradas por los ribazos del camino o desaparecidas- que, antiguamente, subía al Calvario. Que pena me dá que aquellos bellos pilones del Via crucis no se recogan o, pidiendo demasiado, puedan algún día reconstruirse en el lugar que ocuparon hasta 1936.