Sin duda esta mañana la noticia nos ha dejado helados. Anoche falleció, a los 81 años, el maestro de maestros, el rubielano más grande que conocieron los siglos… y mira que no ha habido precisamente pocos e importantes. El alma se queda en vilo al recordarlo a él, su familia y sus obras. Con el artista se nos va toda una generación que ha hecho historia en nuestro pueblo, en Aragón, en Valencia, en España… y en el arte. Una de aquellas personas que formaban parte de nuestra vida, del paisaje humano de muchos de nosotros para el que él era un verdadero mito al alcance de nuestras manos. Reconocido en vida, estoy seguro que veremos acrecentar aún más si cabe su fama a partir de ahora, colocándolo en el lugar donde todos sabíamos que estaba, sin parecerlo.
Dios lo tendrá en su gloria, a la altura de los grandes, seguramente haciendo alguna escultura, algún cuadro o algún dibujo, acompañando por los artífices del arte universal.
Recordemos al gran hombre. Descansa en paz Pepe.